Opus 13 nº1. Ensayo del 1er. movimiento de “La patética” L.V. Beethoven
El primer movimiento de esta obra fue novedoso por la utilización de los graves del Piano.
A diferencia de Mozart que utilizaba más la parte intermedia y aguda en el teclado, Beethoven incursionó en los graves dándole un toque si se quiere hasta dramático en sus obras.
Está escrita en Cm o do menor relativo menor de EbM.
Comienza con Cm, continúa en G7, Cm y F#o disminuido.
En el segundo compás, Abo y Cm. En el 3er. compás F#o, G7, Do G7 C7 Fm y Bb7 y Eb Mayor y llegamos al 5to. compás.
Sí, realmente la armonía es impresionante. Hay de todo. Por un lado hay que destacar que los acordes disminuidos no son ni más ni menos que sustituciones simétricas de los acordes dominantes.
El F#o se puede entender como un D7 que es el 5to. de G7 y el subsiguiente Abo como sustituto de G7.
Es que la música se mueve en régimen o bien de cuartas ascendentes o descendentes. DO está a una cuarta de SOL y este último a una cuarta de RE que está a una cuarta de SOL y así se puede seguir indefinidamente.
C7 Fm y Bb7 y Eb en el 4to. compás es una típica progresión de jazz, o debería decir de Beethoven en este Opus 13, o seguramente de Bach también y que es la siguiente: VI-II-V-I.
Lo extraño de este tema, Opus 13 nº1 con su riqueza armónica creo que es el menos conocido de los 3 movimientos. El segundo es el famoso adagio para dormir a los niños y el tercero el que la gente reconoce como la “patética”.
Aunque también debe ser cierto que en cuanto a cantidad de personas que conocen a Beethoven, la para elisa y la oda de la alegría se llevan el premio.